Florencia y su maquinita.

No vale quejarse tanto. hay días, hay noches, hay lunes, hay viernes, hay comida, hay calefacción, hay primavera, hay verano, hay hombres, hay mujeres, hay acacias, hay lluvia, hay viento y tempestad. Hay pobres y hay ricos, hay personas y hay gente, hay dudas y hay incertidumbres, hay vida y muerte. Hay todo y lo que no hay también lo hay. El límite del haber y el tener es todo tuyo, código de barras en tu carné de identidad. Ya vale de lamentarse tanto y elogiar justo todo aquello de lo que carecemos. yo, la verdad que tengo felicidad, y con eso me sobra.