El pobre anciano encorbadito. Aquellos años jóvenes que nunca volverán, aquel amor al que quise de verdad. Me entra la tos cuando intento inspirar con fuerza. Sé mi destino y me gusta recordar la vida que pronto terminará desde mi mecedora; balanceo para delante, balanceo para detrás. Siempre fiel su cruck-crack.. Mis huesos frágiles se sujetan con fuerza por miedo a que el viento me lleve. Me sacan al balcón a ver la puesta del sol y se echan a llorar. Siempre ha sido mi momento preferido del día, aunque yo nunca desvelé mi secreto. Adoro la vida, adoro haberla vivido de verdad, adoro saber que me estoy muriendo y sonreirme. Aunque yo se que ellos no tienen razón, que no tendré otra vida mas allá. Me siento recompensado. Fui, soy y seré un niño, un joven, un novio, un padre y un viejo feliz.