miércoles, 6 de marzo de 2013

un doce de agosto de 2012

El mar y su sed incesable, los colmillos de sus olas, las garras de su espuma, la paz engañosa de sus ronquidos. Somos pequeñas víctimas de la sociedad de los demás, el resto son nuestros propios problemas. El mundo se está volviendo loco y lo estoy viendo demasiado claro aún con los ojos cerrados. Aunque no te busques, te acabarán encontrando los demás. Vete compañero, vete y deja de romper las olas, de decorar tus cabellos con la espuma y llévate tu piel tostada por el sol donde se mimetice

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