miércoles, 1 de junio de 2011

No me toques las helvéticas.

Y a la tercera bala vencida. Tanto comer nueces que eché de menos las avellanas. Esa boquita de piñón imitando a chip y chop, aquel nerviosismo de los que se sienten observados, repleto de americanadas y cosas que sé que nunca me gustarían de ti, esas venas que reflejan tu pasión crisálida emjabonada por el disimulo, la tensión ocular demasiado luminosa;me llevá demasiado allá hasta que me tropiezo con las orillas de las C que forman tus pestañas amenazantes y oscuras como las noches nubladas de invierno, mirando a Soto desde Trevijano, con frío hasta en las entrañas y ganas de parar el espacio y el tiempo. Y para finalizar, olvidando a Buero Vallejo, a Sastre, a Machado Lorca Valle, me pierdo entre las hojas con las que hice aquella alfombra mágica que terminó flotando en tus grandes lagunas verdes, infinitamente observables.

http://www.youtube.com/watch?v=NgbcXig1TZ8

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